Una navidad diferente

Una navidad diferente

Feliz navidad a todos los que hoy me leen, espero hayan tenido una noche de celebración a su manera, y como sea que esta haya sido, que haya sido una noche feliz.

Esta entrada es corta porque la realidad es que llegado el 25 de Diciembre, y por más que amemos la navidad, todos ya estamos listos para pasar página, porque pasada la cena del 24 estamos más que listos para las uvas del 31. Sin embargo, ahora que decidí volver a escribir, no puedo no dejar mis pensamientos de esta época y las particularidades de este año.

La celebración fue diferente y nueva para mí. Fue el primer año que no pasé estás fechas con mis papás, aunque si estuve en familia. La navidad para mí son las tradiciones con las que crecí, es la época de familia, es el momento en el que regreso a casa (no particularmente al lugar físico sino a lo que se siente como casa), y este año por varias razones los planes cambiaron. Acercándose la fecha me sentía un poco grinch porque pareciera que por primera vez esta navidad no me emocionaba.

Pero entre más trataba de sortear mis emociones, había un pensamiento constante, el de agradecimiento. Como todo en la vida, las emociones nacen de los contrastes, y quizá en estas fechas me sentía un poco menos emocionada por el cambio en las tradiciones, pero eso sólo es posible porque conozco el otro lado, el de la euforia de la celebración a la que por treinta años estuve acostumbrada. Y pensando en esos contrastes no puedo evitar sentirme muy afortunada:

Soy extremadamente afortunada de haber podido crear de la navidad esa época nostálgica de familia y regalos, de haber vivido siempre el tan llamado espíritu de la navidad. Agradezco tener una familia a la que siempre regresar y con la que celebrar en unidad. Agradezco la fortuna de que nunca nos han faltado regalos debajo del árbol y una cena caliente en la mesa. Reconozco la fortuna que he tenido de poder crear recuerdos dignos de ser anhelados.

Todo esto lo valoro más porque sé que hay muchos que no lo tienen, y que esta fecha quizá no tiene el mismo significado o que en el paso de los años lo ha perdido. Por eso espero que quien tiene esa misma fortuna, elija agradecerlo y reconocerlo.

Feliz Navidad y Felices Fiestas!! 🎄

Quiero compartir una nota al margen sobre mi última entrada, acerca del miedo eterno a intentar algo nuevo. Hace unos días fui con mi novio a una experiencia de patinar en hielo, la realidad es que los dos somos muy malos, nos costaba movernos medio metro y pasamos más tiempo cerca de la baranda que en el resto de la pista. Internamente me reía de lo mala que era y me decía que ya no quería estar más allí, pero mis propias palabras llegaron a mí, la crítica de estar dejando de disfrutar una experiencia que debería ser divertida independientemente de cuan competente fuera en ella. No duramos mucho más en la pista, pero al menos por esos últimos momentos donde acepté que no voy a ser buena en todo y reconocí que todos en la pista éramos igual de malos y a nadie le importaba, por esos instantes logré disfrutarlo. Mi mensaje es que lo que escribo aquí espero sea un mensaje para alguien y tenga un impacto positivo en al menos una persona, pero cuando esa persona soy yo misma, estas entradas tienen aun más valor.

Atentamente, Luisa.

Incomodarse, reconocer, educarse, cambiar y agradecer. 


Querido 2025...

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La incomodidad de empezar de nuevo

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