Cuando se acaba la motivación…
Cuando se nos acaba la motivación y la pasión parece huir, a qué fuerzas recurren para seguir empujando los propósitos?
No siempre arrancar es el problema, o bueno si, arrancar usualmente es un problema; pero suponga que si logra comprometerse con un proyecto, una idea, un sueño, y este despega, entonces arrancar no es el problema, ahora se trata de mantenerse.
Hace 9 meses empecé este blog, llena de ideas, catarsis e historias por contar y compartir. Muy orgullosa inicié este proyecto para mí, pero hubo muchos días en que encontrar la palabra correcta me costó, que me he cuestionado el por qué y para qué, que la motivación no se asoma y mucho menos la pasión.
Y entonces, cuando la motivación termina, la disciplina empieza….
Uno de mis gestos favoritos es rodar los ojos, desafortunadamente este formato no me permite mostrar a cuántas cosas le ruedo los ojos, de ser así este blog se escribiría solo. Pero hay dos cosas que de sólo escucharlas mis ojos terminan atrás de la cabeza, son dos de mis mayores enemigos, les huyo y les rehuyo, quiero creerme el cuento de que soy un alma libre a quien estas palabras limitan, pero al final del día sé cuánto más podría lograr si decidiera hacerlas mis aliadas: señora constancia y señora consistencia.
Constancia (Del lat. constantia.) 1. f. Firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos.
Consistencia (De consistente.) 1. f. Duración, estabilidad, solidez.
Constancia y Consistencia, ambas con C de cama, y por muchas razones prefiero pasar mis días en esta última que lidiando con las primeras dos. Admiro mucho a las personas firmes y estables, perseverantes, yo por mi parte soy más como videojuego, me arrastra la cámara más que mis acciones. Pero dicen que el primer paso para mejorar algo es reconocerlo, así que una vez reconocí cuánto me cuesta ser constante decidí ponerme un reto (si otro más, vivo de reto en reto), y pues podré ser perezosa pero perdedora jamás.
El blog fue el primero en la lista, no siempre escribo con la mayor motivación pero es mi reto a ser constante el que me trae cada noche a terminar mis entradas, a perseverar en mi idea, a compartir mis aprendizajes en este viaje y a aprender a disfrutar del proceso. Me propuse continuar publicando cada semana, esperando que lo que digo a alguien le resuene, porque mi sentir no es único o quizá porque a alguien esta constancia lo pueda motivar. A este último grupo le escribo este mensaje, que en gran parte de las cosas que hacemos la motivación sólo es un motor que nos lleva a cierta distancia, el compromiso a esa motivación es lo que nos mantiene, porque perseverar es mucho más que un tema de pasión.
En cuanto a la consistencia, aun tengo mucho que aprender, es el siguiente de mis retos, poder darle a cada entrada el mismo amor y la misma entrega, buscar la misma (o mayor) inspiración; y por eso lo escribo, porque a veces los retos propios no son suficientes, porque a veces no hay mejor compromiso que el de la palabra escrita (por eso las parejas firman contratos a los que llaman matrimonio), y yo me (caso) comprometo con entregarle a este blog más consistencia, a hacer de mis enemigos mis aliados, a dejar de huirle a lo que me incomoda.