Mis herramientas en el proceso: un diario alemán
En el camino que he recorrido en los últimos meses ~llamémoslo el camino de sanación~ aprendí que la felicidad requiere esfuerzo, trabajo y decisión cada día. Me hubiera encantado encontrar la fórmula mágica para que de un momento a otro esa luz llegara a llenar mi vida de color, peeeeeero no fue así.
Una vez tomé la decisión de salir adelante, hice lo que cualquier persona moderna haría, me metí a Youtube y busqué videos de resiliencia. Todas estas bellas jóvenes de vidas aparentemente perfecta tenían algo en común, tenían diarios de agradecimiento. Y pues si me gusta escribir pero sabía que un diario no era una píldora, no iba a apagar el dolor de un día para otro. Escéptica de esto, me compré el más simple ‘The 6 minute diary”:
un diario de agradecimiento escrito por un alemán, y como buen alemán, simple, corto y al grano.
-Este diario me cambió la vida-
La introducción del diario, algo larga, me enseñó lo siguiente:
La importancia del sueño. Cosa que amé porque como buena morsa, amo las excusas para justificar mi dormidera. Dormir bien es la clave para enfrentar cualquier problema ~emocional(?)~ porque las emociones las domina la cabeza. Cada vez que algo nos preocupa es nuestra cabeza la que tiene que convencerse a sí misma de no hacerlo. Ahora, la cabeza se cansa por todas las decisiones que tiene que tomar en el día: qué comer, qué vestir, qué decir, el trabajo, la casa, el sin fin de responsabilidades agotan, esto se llama ‘fatiga de decisión’. Lo que permite al cerebro no hundirse en sus ideas catastróficas es poder luchar contra estas ideas, y entre más fresco esté el cerebro, mejor va a ser esa lucha, ergo dormir es clave.
Las rutinas. Cómo la clásica historia de mi querido patrón Mark Zuckerberg y Steve Jobs, de por qué usa(ba) la misma ropa todos los días, las rutinas eliminan del día a día muchas de esas decisiones y permiten que nuestra cabeza se enfoque en lo que debe y no pierda su tiempo en decisiones banales. Mi rutina empezó con levantarme temprano y por tanto irme a dormir temprano, porque al que madruga Dios le ayuda, otro truco de Dios, de mis amigas Youtubers y de mi mejor amiga que me compartió ‘The 5am club”, el poder de regalarte tiempo para ti en las mañanas.
Neuroplasticity. Los términos técnicos no son mi fuerte, pero es algo así como la habilidad que tiene el cerebro de cambiar continuamente…. palabras más palabras menos, eduque su cerebro pa’que piense diferente. Entonces, en lugar de pensar cómo me hacía de falta aquel personaje, según el diario, podía educar a mi cerebro a que pensara otra cosa, y dado que es un diario de psicología positiva (estudio científico de las experiencias positivas) pues debía pensar en cosas bonitas que me hicieran feliz. Y qué hace feliz al ser humano? Recordar esas cosas que lo hacen sonreír y agradecerlas.
Así que en un soleado día de abril en Seattle, EE.UU.(en medio de otro solitario viaje) empecé mi diario de agradecimiento, escribiendo cada día en la mañana 3 cosas que agradeciera de la vida, y en la noche 3 cosas buenas que me hubieran pasado en el día. Aunque parece un ejercicio fácil, cuando el corazón está arrugado y todo se ve como invierno en Irlanda (gris), encontrar 3 cosas buenas en un día es muy complicado.
Con el tiempo (meses) y buscando activamente hacer esas tres cosas en el día para poder escribirlas en mi diario, empecé a darme cuenta que los colores brillaban más, que la comida sabía mejor, que el café olía mejor, por qué? Porque le enseñe a mi cerebro a encontrar lo bonito en las cosas más pequeñas, en principio para poder escribirlo en mi diario, pero finalmente su ~fucking~ neuroplasitcity funcionó…
mi cerebro se acostumbró a ver lo bonito de cada situación para tener algo que escribir en su propio diario.
Nota: aunque ya llené mi diario, hoy doy gracias por la increíble familia que tengo, por el amor de Dios y su presencia en mi vida, por mis amigos, por conocer el amor y haber amado profundamente, por mi trabajo, la posibilidad de viajar y conocer otras culturas, mi salud y de todos a quienes amo, por un día nuevo que me permitirá aprender y crear cosas nuevas, y mucho más.