Mis herramientas en el proceso: de hábitos y rutinas

Mis herramientas en el proceso: de hábitos y rutinas

Disclaimer: antes de esta entrada quiero aclarar que mi golpe de realidad no sólo lo causó el fin de mi relación, ese fue sólo el detonante. Fueron todas esas cosas que tenía guardadas y no había enfrentado, fue la soledad en mi corazón y no en mi vida la prueba que realmente tuve que enfrentar. No estaba intentando sólo sanar un corazón roto, estaba buscando sanar un alma rota por falta de amor propio, por buscar afuera lo que no tenía en mí.


Esta es la entrada favorita de mi mamá (sarcasmo). Este agosto fui de vacaciones a mi casa y tras dos semanas con mi bella madre, me dice “eres muy juiciosa*… demasiado para mi gusto” … Qué???? No es ese el sueño de toda mamá? Bueno, pues los que conocen la mía saben que es bien especial, bastante divertida, por cierto (te amo mami). Aunque ella es muy ordenada y responsable, le sorprendió (quiero pensar que de buena manera) verme envuelta en mis rutinas.

(*Juicioso en colombiano: dícese de una persona aplicada, responsable, ordenada, bien portada)

Quiero pensar que no soy una persona psicorrígida, pero si algo he aprendido estos meses es que somos seres de hábito. A la gran mayoría de personas el orden nos tranquiliza, esto no sólo aplica para la casa y el escritorio, aplica en cada aspecto de la vida. - Piénselo, ese fresquito que da cuando la casa está recién aseada y todo está en su lugar -

Así que en mi camino de sentirme un poco más en paz, adquirí varios hábitos que quizá a muchos (como a mi mamá) les parecerán demasiado cuadrados y que muy seguramente no son para todos y mucho menos son la fórmula perfecta, pero a mi me funcionan.


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El primer hábito ya lo he mencionado bastante, la lectura. Leer ha sido mi arma más poderosa, me calma la mente, me desconecta y la ocupa en otras cosas cuando lo necesito, y a la vez puedo elegir si leer algo que me enseñe cosas nuevas u otras cosas más light, quién no ama una buena novela?

(elija bien, no sea como yo, no compre esas donde la protagonista se muere -  disque para llorar con ganas).

El segundo también ya lo había mencionado y es el de levantarme temprano (depende de a quién le pregunte, para mi papá es muy tarde, para mi hermano mayor es madrugar demasiado), usualmente a eso de las 6, pero cuando vives en un país donde la mitad del año amanece después de las 7ish, pues el reto se cuenta solo. Pero tener mi tiempo en las mañanas antes del caos laboral y de las responsabilidades diarias es algo que realmente aprecio.

El tercero y más sorprendente viniendo de mí, el gimnasio. Este es mi hábito milagroso. Quien me conoce de años sabe que entre una morsa y yo hay pocas diferencias, después del colegio nunca fui la más deportista, hice algo de entrenamiento funcional pero era más queja y lágrima que deporte. Sin embargo, ahora tenía el corazón roto, y como una mujer madura que soy, quería que mi ex se mordiera un codo la siguiente vez que me viera luciendo como modelo de sports illustrated (spoiler: ni yo me veo como modelo ni el se mordió el codo cuando me vio). Pero vaya que lo intenté. Empecé a ir 7 días a la semana, sin falta, unos días hacía más que otros, pero después de 8 semanas, ya no me interesaba el cuerpo (ni ir los 7 días, ya se, si exageré), me interesaba más lo que le hacía a mi vida ir al gimnasio. Yo no soy experta, pero sí que libera la hormona de la felicidad (sea cual sea esa), me sentía con muchísima energía y muy tranquila. Así que más que por el deporte, hoy voy porque es mi mejor terapia, calma mi mente, me hace retarme más y más, y pues no caen nada mal unas piernas definidas. 

Aunque tengo una rutina diseñada por los entrenadores, prefiero las clases. Hago intervalos de alta intensidad (a veces no se si sudo o lloro) y pesas (LesMills GRIT y bodypump si le interesa buscar), y aunque por los 45 minutos que duran me cuestiono qué carajos hago ahí, el sentimiento de poder agregarle 2 kilitos más a la barra me hace sentir superpoderosa. Además la idea de que te de clase un vikingo irlandés me parece bastante divertida.

Sea el ejercicio que sea, de verdad es milagroso, y aunque hay días en que me da muchísima pereza lo hago porque los beneficios realmente lo valen. Mi consejo es darle la oportunidad, con mucha paciencia, ya que hay hábitos que toman más de 60 días construir (este por supuesto).

El siguiente hábito es un poco más divertido, mis podcasts. Cada mañana mientras me arreglo, en lo que camino a la oficina y desayuno, escucho un podcast, e igual que los libros, el tema depende del humor en el que este. Últimamente, han sido de emprendedores y filantropía…. aquí mi reflexión: siento que todos tenemos el poder de hacer algo bueno por los demás. Pero también tengo el de mis amigas, las youtubers americanas, cuyas preocupaciones banales me hacen sentir menos egoísta; o sigo algunos de empoderamiento femenino, y no puede faltar el de un gran amigo, por supuesto, ‘Pláticas Fumadas’.

Algunos de los que sigo: The Social Impact Podcast, BeCause & Effect, Girlboss Radio with Sophia Amoruso, 4 things with Amy Brown, Modern Love (The New York Times), The Real Reel Podcast, Girls Gotta Eat, The Lavendaire Lifestyle.

Caudalie es mi marca preferida

Caudalie es mi marca preferida

Uno de mis hábitos favoritos (el que más odia mi papá) es el cuidado de la piel, tengo rutina de mañana y de noche y disfruto ponerme mis mil productos nada económicos. De verdad creo que lo que eres por fuera es un reflejo de lo que eres por dentro, y si me estaba cuidando y consintiendo tanto por dentro por qué no reflejarlo también. Además pues es la cara que vamos a tener por el resto de vida, si quiero lucir de 20 para siempre pues tengo que echarle ganas.

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Hay algunos otros más esporádicos, no por mi sino por las condiciones climáticas de mi bella isla irlandesa. Pero caminar y disfrutar del sol, cuando se puede, es algo que disfruto mucho. Hay una playa cerca y cuando hace un buen día camino unos 40 mins hasta ella y sólo disfruto de la naturaleza. Aunque no lo agradezca seguido, soy muy afortunada de vivir en un país tan bonito, con sus playas, que aunque heladas, me recuerdan la creación espectacular de Dios.

Agradezco de este país que en su simplicidad y calma me ha dado la oportunidad de realmente apreciar las pequeñas cosas y lo maravilloso de lo que nos rodea, que afortunados somos de vivir en este mundo.

Sé amable contigo

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Mis herramientas en el proceso: aprende de las lecciones de otros

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